1/5/13

Deflación y Tipo de Cambio : La otra cara de Bitcoin


Ha sido creada para combatir la inflación dentro del sistema pero la escasez de Bitcoin está provocando una fuerte apreciación respecto de otras divisas en las casas de cambio.


De entre las muchas monedas digitales que están surgiendo, Bitcoin es la que está consiguiendo una mayor acogida. Pero como cualquier bien de intercambio, el éxito afecta directamente a su precio y a su valor.

Dado que tiene cada vez más usuario y es aceptada para un mayor tipo de pagos, incluso ha aterrizando sobre el mundo físico, las Bitcoins también participan en cierto modo de su propio sistema de cotización. En su concepción, fue diseñada para evitar que sufriera inflación mediante el control de la oferta monetaria pero eso no impide que sea inmune a otro tipo de desequilibrios.

Una moneda inventada pensando en la deflación
No existe un banco central emisor o una empresa privada como la FED estadounidense que se encargue de emitir las monedas. La aparición de nuevas Bitcoins no depende de decisiones personales si no del propio uso de la moneda: se crean cuando se descubre un nuevo bloque mediante un proceso colaborativo matemático complejo.

Cuenta con un sistema de control de emisión para evitar la inflación. A medida que aumenta el stock de monedas en circulación se reduce la creación de más unidades. Este autoajuste se puso por primavera vez en marcha en noviembre de 2012, tras pasar los 10,5 millones de Bitcoins. A partir de ese momento y hasta que haya 1,57 millones la tasa de creación de nuevas monedas será la mitad que la que había hasta entonces.

El objetivo de esta planificación es evitar la inflación monetaria tradicional: cuando hay abundancia de una moneda y escasez de bienes o servicios, los consumidores estarán dispuestos a pagar más cantidad de esa moneda por cualquier bien o servicio y entonces el vendedor subirá el precio. En este caso concreto, se busca lo contrario, tender a la deflación: cuantos más usuarios haya más baja será la tasa de creación de nuevas Bitcoins y mayor la competencia por poseerlas. Es decir, habrá muchos usuarios con intención de comprar y vender pero pocas monedas con las que comerciar y así no habrá acumulación ni la inflación que lleva asociada.

Este hito estaba pensado para 2013 pero el plazo se ha quedado corto. En total no debería pasarse de los 21 millones de Bitcoins, una cifra que se debería alcanzar en 2024, sin embargo la tecnología rema contra esta predicción. Una de las formas de obtener moneda es mediante la minería, que consiste en ofrecer los recursos propios (ordenador y energía) al sistema general de P2P para su uso, una especie de alquiler de equipos descentralizado. Los usuarios se han organizado y las empresas han creado equipos preparados para sacar el máximo rendimiento a este procedimiento y así acumular más Bitcoins para después ponerlos en circulación.

Por cierto, el sistema sí permite crear dinero financiero. Se le llama así al dinero sin base real que crean las entidades de crédito, por ejemplo, cuando un banco toma ahorros por 10 y da préstamos por 30. En este caso, se trataría de Bitcoins financieras sin respaldo en Bitcoins extraídas de un bloque.

¿Y qué pasará con el valor de intercambio de Bitcoins por otras monedas cuando hay escasez?

Apreciación con respecto a las monedas reales, Bitcoin como divisa Independiente de que este sistema sea capaz de impedir que se cree inflación internamente, el aumento de precios puede llegar de forma relativa desde el exterior, también se pueden comprar Bitcoins directamente en los mercados de cambio. En este entorno el valor o tipo de cambio sí está subiendo de forma constante. En marzo de 2012 el precio del Bitcoin rondaba los 5 dólares mientras que en marzo de 2013 ha pasado de los 45 dólares.

Desde ese punto de vista esta moneda está funcionando como una divisa más en el mercado internacional. Para quienes acumularon unidades cuando su tipo de cambio era bajo o lo siguen haciendo mediante otros medios como la minería esta apreciación puede convertirse en un negocio. En esta situación, sin embargo, la escasez que previene de la inflación interior sí va a provocar encarecimiento con respecto a las otras monedas, de modo que quienes quieran conseguir Bitcoins rápidamente en el mercado tendrán que pagar más. Si esta situación es más o menos grave dependerá de qué porcentaje de Bitcoins estén en las casas de cambio y cuánto en el propio mercado interior.

La credibilidad es el otro problema que afecta a la cotización de esta divisa digital. Esta misma semana un error en el software base de Bitcoin paralizó las transacciones durante varias horas y su valor cayó un 23%, aunque se recuperó rápidamente una vez fue normalizada la situación. Pero el incidente ha servido de ejemplo para comprobar que la confianza de los usuarios aun no está garantizada y que la facilidad de venta aumenta su volatilidad.

Grosso modo este es el comportamiento que tiene Bitcoin como moneda y como divisa, algo que los usuarios deben conocer antes de adentrarse en su uso. Más allá quedan otros asuntos más propios de la exclusión de un modelo sin control estatal como los impuestos por trabajos realizados o la compraventa de artículos y servicios no legalizados.


Fuente : DiarioTuring




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