Desde
el éxito de Bitcoin han surgido muchas “copias” de divisas
puramente digitales. Litecoin le sigue en popularidad, y Dogecoin
también está teniendo su momento. Y como éstas hay muchas más
(Namecoin, Peercoin, StableCoin, Mastercoin…). ¿Tienen sentido?
¿En
qué se diferencian? ¿Tendrán futuro? ¿Dejarán relegada a
Bitcoin?
¿Qué
diferencias hay entre Bitcoin y otras monedas virtuales?
Las
principales diferencias que hay entre Bitcoin y otras como Litecoin y
Dodgecoin son puramente técnicas. De hecho, algunas diferencias son
muy sutiles, sólo a efectos de implementación y de las que poco se
darán cuenta los usuarios finales.
Esto
es similar a una moneda real: existen muchas en el mundo y para cada
una de ellas se decide si es divisible (con o sin céntimos), si los
billetes y monedas tienen un mecanismo u otro de seguridad, etc. La
diferencia es que las monedas virtuales no tienen emisor, son
puramente
descentralizadas en una red P2P.
En
el caso de las divisas descentralizadas y virtuales la principal
diferencia técnica está en el algoritmo de hash usado para la
comprobación de la transacción. Bitcoin (y por ejemplo Peercoin y
Namecoin) usa SHA-256. Es un hash muy popular pero tiene un
inconveniente para el dinero P2P, y es que es muy fácil hacer
ataques masivos con ASICs. Esto no quiere decir que Bitcoin no sea
una moneda virtual segura, sino que puede llegar a ser rentable ser
mineros
con hardware de propósito específico.
Litecoin
fue la primera moneda que cambió el algoritmo de hash, y usó
scrypt, con lo que en teoría es menos rentable ser minero
profesional
con esta moneda (aunque hay quien dice que la implementación es mala
y esto no es del todo cierto). Dogecoin también usa scrypt como
algoritmo de hash.
¿Por
qué no queremos que haya mineros
profesionales?
Muy sencillo.
La
idea de la minería es que no sea un trabajo en sí, lo que queremos
es que haya gente que se dedique a verificar transacciones, cobrando
comisión por ello (por eso cuando haces una transferencia de estas
monedas conviene dejar una “propina” o la transacción nunca
llegará a ejecutarse) y de vez en cuando a estos verificadores,
además, les aparecerá dinero de la nada, para aumentar la base
monetaria. Casi todas estas
monedas son deflacionarias,
así que llega un momento en que deja de aparecer dinero de la
minería
y los mineros pasan a ser puros comisionistas.
Lo
que intentan Litecoin y Dogecoin es que no haya
minería
profesional sino verificadores de transacciones profesionales que no
huyan despavoridos cuando la base monetaria de estas divisas lleguen
a su tope establecido en el diseño inicial. Usando scypt conseguimos
que cualquiera con un PC sea competitivo y los verificadores estén
más distribuidos que con monedas basadas en SHA-256.
La
otra diferencia que hay entre divisas virtuales es el tiempo que hay
entre confirmación
de las transacciones.
En Bitcoin es de 10 minutos, con lo que es sensible a un ataque de
doble gasto (es decir, un intento de gastar el mismo dinero en dos
transacciones). En Litecoin es de 2,5 minutos y en Dogecoin de 1
minuto, por poner algún ejemplo.
¿Por
qué hay tantas monedas virtuales?
La
gran pregunta es por qué hay tantas monedas virtuales, por qué cada
poco tiempo surgen más monedas que además acaparan los medios y las
inversiones. Personalmente creo que hay dos motivos bien diferentes:
uno bueno y uno malo para la salud de las divisas P2P en general.
El
primer motivo es que la experiencia nos dice los fallos que hay en
Bitcoin y surgen
nuevas divisas que intentan corregir estos fallos.
Por ejemplo, el excesivo enfoque a ser minero
en Bitcoin no es positivo y las nuevas divisas intentan evitarlo.
Otro ejemplo es que las transacciones sean más rápidas. Y un tema
no muy comentado es el anonimato: en Bitcoin las transacciones son
públicas, así que puedes ver el trayecto del dinero. Es complicado
ser anónimo en esta red y por ejemplo Zerocoin lo intenta solucionar
(primero como una extensión a Bitcoin pero ahora como una divisa
independiente). Todo esto me parece positivo.
Pero
existe otro motivo y es que los primeros, los early
adopoters,
tienen más probabilidades de ganar mucho dinero si la divisa se
populariza. Por eso oímos casos de gente que ha ganado muchísimo
dinero en Bitcoin. Al principio la minería
daba mucho dinero, y conforme pasa el tiempo cada vez es más
complicado. Muchas monedas surgen, creo yo, con la intención de dar
un
pelotazo,
y si no son sus fundadores, al menos los primeros impulsores. Esto no
ayuda a que deje de verse estas monedas como un
nicho de especuladores
buscando beneficio rápido.
Mi
impresión es que veremos muchas de estas monedas en el futuro, casi
todas sin éxito, debido a los dos factores anteriores más la
facilidad de creación. Crear una nueva moneda es relativamente
sencillo (técnicamente es un tema complejo, pero una vez comprendido
básicamente es programar y colgar el software en Internet), es
decir, la barrera de entrada a nuevas monedas es muy baja. Y luego
tenemos a gente que piensa que todas las que hay en circulación
tienen algún defecto y es necesario crear otra, más la gente que
quiere entrar en estas monedas recién nacidas y promocionarlas para
forrarse.
Al
final lo importante de un divisa virtual es el volumen de
transacciones y usuarios, y en este aspecto Bitcoin gana de largo.
Esto es similar
a una red social.
Crear una es relativamente sencillo, lograr un número de usuarios
significativo no tanto. Muchas cierran y Facebook sigue ahí.
¿Y
qué pasa con las tiendas?
Uno
de los problemas que hay con estas divisas es que las tiendas acepten
su pago. Y claro, si ya es complicado que acepten Bitcoin, la más
popular, del resto es mejor ni hablar. Al final si lo que queremos es
usar una de estas monedas como medio de pago lo normal es quedarnos
con la más popular o las dos/tres más populares, ya que de tener
éxito serán las que sean aceptadas generalmente.
De
todas formas ahora mismo es complicado que las tiendas las acepten ya
que hay una volatilidad muy alta. No puede ser que un día Bitcoin
valga 500 dólares y a la semana el doble, no hay forma de fijar los
precios de una forma coherente (a no ser que el pago a proveedores y
empleados también sea en Bitcoin, cosa que estamos lejos de ver).
Hay
un aspecto operativo que diferencia claramente estas monedas de las
monedas de curso legal. Aunque ambas se basan en la escasez y en la
confianza, las monedas de curso legal son las únicas que se pueden
usar para el pago de impuestos. Es decir, los Estados siguen teniendo
un arma muy importante para la defensa de sus divisas. Aquí todas
las alternativas a Bitcoin están igualadas, ninguna es (ni
previsiblemente será) aceptada por los distintos Estados.
Eso
sí, lo
mismo puede decirse del oro.
Tiene un valor en los mercados internacionales (de hecho un valor muy
alto) y se usa muchas veces como refugio, pero nadie (ni los Estados)
lo aceptan como pago. Es muy posible que las divisas P2P se acaben
convirtiendo en algo parecido al oro, un valor refugio, escaso, que
tiene un valor debido a la demanda constante y sostenida.
Peercoin.
La verdadera diferencia
Hay
una diferencia económica en una de las monedas (no sé si surgirán
más de este estilo en el futuro, seguro que sí) que personalmente
me parece muy relevante. Todas menos una de las monedas son
deflacionarias. Es decir, hay un número máximo de monedas que
estarán en circulación. Cuando se alcance ese número (21 millones
de Bitcoin, 84 millones de Litecoin o 100 millones de Dodgecoin) no
se creará más moneda. Si sigue entrando gente y dinero en el
sistema, el sistema monetario será deflacionario (es decir, los
productos y servicios en estas divisas costarán cada vez menos) lo
cual podría tener consecuencias negativas en la economía real si
estas divisas fueran las de uso habitual.
Hay
quien dice que esto es positivo ya que uno de los males económicos
de la década pasada fue la
creación sin control de dinero
por la reserva fraccionaria e los bancos y la locura crediticia que
vivimos fomentada por los Bancos Centrales y los tipos de interés
bajos. Con este tipo de monedas eso no podría pasar.
En
cambio hay una moneda, Peercoin, que no tiene límite en la creación
de moneda y lo que hace es tener una inflación fija de un 1% anual.
Esto hace que sea más
sostenible para el futuro
como medio de pago ya que estamos acostumbrados a que los precios
suban, no a que bajen.
Monedas
virtuales, están aquí para quedarse
Las
monedas virtuales alternativas a Bitcoin están aquí para quedarse.
De hecho vamos a ver muchas en el futuro, ya sea por aspectos
técnicos o por especulación pura y dura. Pero la viabilidad de
estas monedas estará en la base de usuarios que tengan.
Veo
complicado que estas monedas se
impongan como medio de pago,
el primer paso debería ser Bitcoin, que es la más popular, pero con
la volatilidad actual es complicado fijar los precios. De momento son
divisas refugio, y si hay un consenso en que tienen valor (y este
consenso es persistente), entonces podrían llegar a algo más.
Fuente : xataka
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