La
primera vez que escuchamos hablar de Bitcoin fue en abril de 2011.
Por aquel entonces no pudimos intuir la increíble evolución que iba
a tener la cotización de Bitcoin en los dos años posteriores. Nos
llamó la atención el concepto de “moneda virtual” –
criptomoneda virtual– mientras sus seguidores hablaban
apasionadamente de sus ventajas y cómo iba a revolucionar el dinero
para siempre.
Inicialmente
los defensores tradicionales del oro de inversión –los gold bugs–
argumentaban que esto no era nada más que otra moneda fiat inventada
por unos ingeniosos programadores. Por otro lado, los defensores de
Bitcoin se burlaban de la falta de perspectiva y visión de los
goldbugs agarrándose ferozmente al oro o la plata como único dinero
válido.
Las
ventajas originales de Bitcoin
Las
ventajas que destacaron, desde el principio, los adeptos de Bitcoin
eran la posibilidad de hacer pagos en tiempo real anónimos con
costes de transacción extremadamente bajos en una red
descentralizada “peer-to-peer” que no podía ser controlada por
ningún gobierno del mundo.
De
hecho el mercado inicial que facilitó una expansión rápida para
Bitcoin fue el de productos ilegales, los cuales necesitaban un medio
de pago online anónimo para poder proveer sus servicios a sus
clientes a través de Internet. El ejemplo más famoso es Silk Road
donde se podían comprar drogas de todo tipo y otros artículos
prohibidos con Bitcoin.
Las
ventajas REALES de Bitcoin
Aunque
pensemos que la ventaja de los pagos anónimos es extraordinaria,
pero probablemente muy difícil de mantener en los países
desarrollados debido a la regulación y controles que se impondrán
para restringir su uso, pensamos que Bitcoin ofrece otra serie de
ventajas que lo hacen especialmente atractivo.
Creemos
que Bitcoin va a revolucionar el mundo de los pagos de la misma forma
que lo hicieron las transferencias bancarias, las tarjetas de crédito
o incluso PayPal en su momento. No pensamos que esto sea posible sin
que intervengan los reguladores y se apliquen todas las normativas a
las que se ven sometidos los operadores tradicionales del mercado de
pagos en los países occidentales. Sin embargo, esto no es lo más
importante.
Bitcoin
ha demostrado su utilidad como red descentralizada de intercambio
basada en las tecnologías existentes, siendo mucho más eficiente y
barata que los sistemas legacy de los que se benefician las grandes
instituciones financieras. De la misma forma que se revolucionó el
mundo de la información, de la comunicación, o de las reservas de
vuelos y hoteles, se revolucionará el mundo financiero con esta
nueva tecnología.
De
la misma forma que el dinero fíat de curso legal tiene valor porque
permite a sus propietarios pagar sus impuestos con el gobierno y es
la moneda legal por la que se extinguen las deudas, Bitcoin no tiene
valor en sí mismo. Lo que hace que tenga potencialmente un valor muy
alto es su protocolo y la infraestructura global de servicios que se
ha creado alrededor del mismo.
Hay
proyectos como los “Colored Coins” que vemos especialmente
interesantes en la medida en que pueden propiciar la negociación de
cualquier valor a través de la red Bitcoin. A través de colored
Coins se comerciaría, por ejemplo, con acciones, bonos o divisas,
con las mismas ventajas con las que cuenta la red Bitcoin. De esta
forma los Bitcoins podrían convertirse en “métodos de transporte”
globales para valores. Bitcoin
sigue siendo una red pequeña, aunque creciendo a gran velocidad.
A
principios de 2012 no había más de 1 millón de usuarios y ahora se
estima que hay 4 millones. Para ponerlo en perspectiva: Paypal, que
tiene 13 años de antigüedad, tiene 160 millones de usuarios.
Las
posibilidades que ofrecerá la red Bitcoin, en suma, son infinitas y
las oportunidades se encontrarán sobre todo entendiendo el
funcionamiento de la red alrededor de la cual nacerán quizás los
futuros Google, Microsoft o Facebook.
Aunque
Bitcoin fracasara, las ideas sobre las que está basada sobrevivirán
porque el mundo está listo para revolucionar el mundo de los pagos.
Fuente : oroyfinanzas
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