La cripto-moneda
bitcoin crece a ritmo apreciable pero sigue siendo una pequeña
mancha en el terreno monetario global. Es joven, experimental, y
todavía muchos no la conocen u otros temen que nunca puede abrirse
paso dentro de la corriente principal monetaria.
Pero es unos de los
esfuerzos más creativos desde el patrón oro clásico en 1879. El
problema es cómo popularizarlo. En un tan extenso como sesudo el
análisis, Detlev Schlichter abordó el tema
¿Será aceptada
Bitcoin por la mayoría del público?
Es mi impresión de que la
comunidad de usuarios de la Bitcoin, que aunque aparentemente crece,
sigue estando compuesta en general por aquellos quienes están
fascinados por la tecnología como tal y quienes quieren ser parte de
algo nuevo, y aquellos a quienes les gusta por razones “ideológicas”,
es decir, aquellos quienes detestan el papel moneda del estado o no
les gusta el sistema bancario. Por lo tanto, aparentemente sigue
habiendo un gran contingente de “nerds” de computadoras, hackers,
cripto-anarquistas, libertarios anti-gobierno y de la gente que ocupa
Wall Street, entre los usuarios (lo cual no significa que no haya
muchos que no califiquen en cualquiera de estas categorías).
¿Cómo
podría la Bitcoin atraer una base más amplia de consumidores de
dinero más allá de estos grupos?
Un aspecto poderosos es el
costo. Las transacciones de Bitcoin son gratis, así que la Bitcoin
podría convertirse – o podría yá serlo – el Skype de los
sistemas de pago. Otra atracción podría ser simplemente el
usualmente razonable, y con algún esfuerzo potencialmente
considerable, la anonimidad e irrastreabilidad que la Bitcoin ofrece.
Este parece ser un asunto de debate acalorado. En una mano, la
Bitcoin es increíblemente transparente. Todas las transacciones
están literalmente en dominio público.
Sin embargo, cada
“usuario” es sólo identificado por su “dirección” y el
número de “direcciones” es prácticamente ilimitado. Uno podría
usar una nueva dirección para cada transacción. Esto podría no
significar irrastreabilidad instantánea de “las autoridades”
pero aun así, ciertas técnicas y add-ons, algunas de las cuales aún
están siendo desarrolladas, tienen el potencial para incrementar el
anonimato y la irrastreabilidad incluso más. Adicionalmente, es
posible adquirir la Bitcoin por dinero – en lugar de vía los
establecidos intercambios ya regulados – y por lo tanto
anónimamente.
Esto significa que la
Bitcoin podría ser usada, como es ya criticada frecuentemente, para
transacciones ilegales involucrando drogas y armas. Pero la gente no
tiene porque ser traficantes de drogas o armas, o incluso evasores
fiscales, para apreciar un cierto grado de privacidad financiera.
Mientras las leyes de privacidad bancaria estén desapareciendo en
todos lados y casi todos los gobiernos estén librando una “guerra
contra el efectivo”, cualquier transacción que involucre más que
sólo un centavo debe ser movido a sistemas electrónicos dentro de
la red de dinero fiduciario del estado, para que las autoridades
logren la completa “transparencia” de qué es lo que la
ciudadanía está haciendo en cualquier momento. Por ello, podría
haber una amplia demanda de sistemas de pago electrónicos “externos”
ofreciendo privacidad.
Por ejemplo, existe un
rango de “actividades” involucradas en lo que puede no ser, o aún
no es, ilegal pero es considerado una potencial vergüenza para las
partes involucradas si se hiciera publico (el juego, la pornografia,
la prostitución), y mucha gente no querría que su pago por ellas
quedara en registros permanentes. Este potencial desarrollo no carece
de ironía: Nuestra sociedad de información moderna, la cual tiende
hacia el ciudadano transparente y el ilimitado almacenaje de datos,
mantiene muchas amenazas a la sociedad libre, a la privacidad y
libertad individual. No sería raro si los contramovimientos hacia
esta tendencia emanaran desde la misma tecnología.
Un adicional impulso a la
Bitcoin puede venir directamente desde la infraestructura misma del
papel moneda del estado. Los casos de Islandia y en particular Chipre
han llevado a casa la idea de que “el dinero en el banco” está
lejos de estar seguro, e incluso si tus depósitos han sobrevivido al
colapso del banco y la refinanciación, no podrás sacarlos fuera del
país en el futuro cercano ya que los controles de capitales serán
probablemente impuestos. Mientras la sobrecargada economía del papel
moneda se tambalea hacia su inevitable fin, mas de estas instancias
ocurrirán proveyendo una apertura adicional para la Bitcoin.
Hasta donde llega mi
conocimiento las Bitcoins no pueden ser confiscadas y las cuentas de
Bitcoin no pueden ser congeladas. Adicionalmente, tú mismo almacenas
Bitcoin en lugar de ponerlos en un banco de reserva fraccionaria que
convenientemente las usaría como “reservas” para su propia
producción de dinero.
Fuente : urgente24
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