Su
científico jefe habla del atractivo y los riesgos de la moneda
virtual en un mundo dominado por las divisas de los gobiernos.
¿Puede una moneda
virtual creada por un hacker anónimo de Internet llegar a reemplazar
al dólar estadounidense?
Lo que parece una
pregunta ridícula se ha vuelto más interesante conforme el
intercambio de la divisa digital llamada Bitcoin se ha disparado 300%
en los últimos 12 meses para alcanzar unas 60.000 transacciones al
día.
Gavin Andresen,
el principal desarrollador de software del proyecto Bitcoin, está
ansioso por encontrar una respuesta. "Espero saber", dice,
si es posible tener "una moneda global no gubernamental".
"¿Podemos pasar de donde estamos a una visión de miles de
millones de personas en todo el mundo usando Bitcoins al igual que se
usa cualquier otra moneda? Es el gran experimento".
Miles de en su
mayoría pequeños comerciantes en línea están aceptando pagos en
Bitcoins, aunque la moneda digital no tiene ningún valor intrínseco
y no está ligada a nada que lo tenga. No obstante, la divisa que
debutó en 2009 con un valor de cero y fue transada por primera vez
en 2010 a un precio de tres décimos de un centavo recientemente se
cotizó en US$97.
Para Andresen, un
egresado de la Universidad de Princeton de 46 años que se dedicaba a
redactar estándares técnicos para gráficos 3-D en Internet,
Bitcoin ya ha comenzado a reemplazar al dólar. La Fundación
Bitcoin, de la cual es el científico jefe, comenzó a pagarle en la
moneda digital en noviembre. Hasta ahora ha persuadido a su peluquero
a aceptarla, pero sólo de Andresen. Un corte de pelo cuesta medio
Bitcoin.
El servicio de
impuestos internos de EE.UU., IRS, no acepta Bitcoins, pero eso no
significa que su salario esté exento de impuestos. "Recibo mi
sueldo en Bitcoins al comienzo de cada mes. Los impuestos se calculan
en base al equivalente en dólares", explica Andresen. Por
suerte, su esposa, Michele Cooke-Andresen, es profesora de geología
en la Universidad de Massachusetts, en Amherst, y su hogar dispone de
ingresos denominados en dólares.
El trabajo de
Andresen es ayudar a refinar el software que permite que los Bitcoins
sean intercambiados y almacenados. La tarea le parece "divertida
y aterradora".
La parte divertida es
desarrollar la habilidad de hacer negocios con cualquiera en
cualquier parte del mundo vía una computadora o un teléfono
inteligente. Para demostrar la conveniencia de intercambiar el dinero
digital, me enseña en unos pocos momentos cómo crear una billetera
digital con un servicio llamado BlockChain y después me envía 0,01
Bitcoin, que valen unos US$0,70 en el momento de transmitirlos a mi
teléfono.
Hay muchas formas de
hacer transacciones digitales con una moneda tradicional, pero
Andresen describe el "enorme lío" que se formó cuando
intentó alquilar una casa en Francia y quedó sumergido en cobros y
retrasos para enviar el dinero. Con Bitcoin, señala, "ahora
todo el mundo es tu mercado".
La parte aterradora
es que casi todos los servicios actuales de Bitcoin usan el mismo
software, de modo que "cualquier cambio en el código central
tiene un impacto potencialmente desastroso. Si todo el mundo lanza
una nueva versión y tiene un problema, toda la red de pagos de
Bitcoin podría detenerse por completo", advierte. Las fallas
técnicas, ataques de hackers, la especulación y el fraude han
provocado violentas oscilaciones en el precio de Bitcoin en dólares.
Mt. Gox, un mercado de Tokio que gestiona casi 80% de las operaciones
de Bitcoin, recientemente suspendió brevemente las transacciones
después de un ataque. La decisión "reventó la burbuja",
cuenta Andresen, y la cotización se derrumbó de US$266 a US$69.
Aunque las
negociaciones han sido interrumpidas y Bitcoins han sido robados y
perdidos, Andresen aclara que la moneda sólo ha sido falsificada un
vez, y el problema fue identificado y resuelto. Podría volver a
ocurrir, reconoce, aunque estima que es muy improbable.
¿Se puede
sujetar una moneda cuando está haciendo estas fluctuaciones
disparatadas de precio a medida que los inversionistas se empiezan a
interesar y luego pierden interés? Es una pregunta abierta",
afirma Andresen. "No sé si tenemos algunas monedas recién
nacidas a las que podamos apuntar y decir: 'Este es el modelo que se
debería seguir' o 'Este es el modelo que funcionó'", subraya.
Bitcoin posee ciertos
atributos que están atrayendo a un grupo creciente de seguidores más
allá de los aficionados a la tecnología. La moneda digital ofrece
privacidad y, lo que tal vez reviste mayor importancia, es una manera
fácil de hacer negocios a través de las fronteras.
La moneda no puede
ser fácilmente confiscada por un gobierno, lo que aumenta su
atractivo para los delincuentes, incluyendo los narcotraficantes.
Esta es una de las razones por las que no es fácil comprar Bitcoins.
Una serie de empresas nuevas formadas en Silicon Valley para vender
Bitcoins a clientes que usaban tarjetas de créditos colapsaron
después de que resultaron ser robadas y los Bitcoins encriptados
fueron enviados al éter y jamás serán recuperados.
Ahora, los
interesados en comprar Bitcoins deben normalmente pagar cuotas para
transferir el dinero, aunque se están creando empresas que buscan
formas más baratas y fáciles de cambiar dólares por Bitcoins. Una
ventaja es que los pequeños comerciantes en Internet acogerían de
buena gana un estándar global de pagos. Por este motivo, Bitcoin o
una tecnología similar podría amenazar el poder no sólo de los
bancos centrales, sino de los bancos en general. A diferencia de lo
que ocurre con los servicios de pago en línea que proporcionan
formas más fáciles de hacer transacciones con tarjetas de crédito,
Bitcoin funciona mejor cuando elude por completo el sistema
financiero tradicional.
Pero quizás el
aspecto más fascinante de Bitcoin —en un momento en que los bancos
centrales del mundo están imprimiendo muchísimo dinero— es la
promesa de que su número no superará los 21 millones.
El software está
programado para emitir esa cantidad en el transcurso de décadas, en
base a un cronograma preestablecido y transparente. Los Bitcoins son
creados y otorgados como premio cuando la gente usa computadoras
poderosas para resolver problemas matemáticos, que se vuelven más
difíciles con el tiempo a medida que más personas compiten para
solucionarlos. En este momento, hay más de 11 millones de Bitcoins
en circulación.
Los políticos están
completamente al margen del círculo monetario de Bitcoin. Esta es
una diferencia con las monedas cuyo valor no está atado a un activo
y que son emitidas por el gobierno. El presidente del Banco de la
Reserva Federal de Dallas, Richard Fisher, llama al dólar
estadounidense "una moneda basada en la fe". En otras
palabras, su valor depende de la creencia que el gobierno
estadounidense no imprimirá tantos dólares que destruyan su valor.
Al igual que Bitcoin, los dólares, euros, yenes y pesos del mundo no
portan ninguna garantía que pueden ser canjeados por oro o alguna
otra materia prima a un precio fijo.
Por otro lado,
Bitcoin, a diferencia del resto, no es una moneda de curso legal para
pagar deudas. Por ende, no queda muy claro por qué el mundo
realmente necesita este gran experimento con una moneda digital. El
comercio electrónico se sigue expandiendo usando las redes de pagos
existentes que dependen de los bancos tradicionales y monedas
emitidas por los gobiernos. Y a pesar del esfuerzo extraordinario de
la Fed desde la crisis financiera para inyectar dinero en la
economía, la mayoría de los observadores detectan pocos signos de
inflación. ¿Cuál es el problema que Bitcoin soluciona?
Andresen abre su
billetera y me hace un regalo: un billete de 10 billones de dólares
emitido por Zimbabue. Compró varios fajos de ellos en Internet a un
hombre en Polonia por un Bitcoin. Andresen aclara que no lo está
comparando con las personas "responsables" que dirigen la
Fed. "Pero hay lugares en el mundo donde el gobierno no ha sido
tan responsable, como Zimbabue. Y de hecho antes de que llegaran a
esos billetes creo que eliminaron nueve ceros a su antigua moneda".
Añade que no le
"sorprendería para nada si Bitcoin realmente despegara primero
en alguna otra parte del mundo". Está pensando en lugares en
que pocas personas tienen cuentas bancarias o tarjetas de crédito "y
la moneda es igual de volátil que Bitcoin", añade con una
sonrisa.
El alza de Bitcoin
durante el reciente pánico en Chipre capturó la atención de los
medios. Pero Andresen apunta que tales aumentos probablemente no
provinieron de chipriotas que buscaban una mejor moneda, sino de
negociantes que percibieron una oportunidad y quizás algunos
españoles, italianos y rusos que cuestionan el valor de sus activos.
La realidad es que, a diferencia de Ben Bernanke y la Fed, Andresen
no está a cargo de Bitcoin. Nadie lo está, a menos que cuente a
Satoshi Nakamoto, el nombre utilizado para el creador de esta nueva
forma de dinero. No se sabe si tal persona existe. Pero el software
que esta figura misteriosa creó es lo que convierte a Bitcoin en un
interesante posible medio de intercambio.
Fuente :
WSJ
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