Ya
se habla de regularla o eliminar su anonimato, lo que el núcleo duro
de sus usuarios considera un ataque a la esencia de la criptodivisa.
Una guerra civil se está gestando entre los usuarios más tempranos
y libertarios de la criptodivisa Bitcoin y una facción más
conservadora que quiere regularla para legitimizar los negocios de
esta divisa digital.
La
división se hizo patente la semana pasada con dos hechos clave. Uno
fue un debate
sobre la regulación de Bitcoin organizada
por el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York, donde la
facción ultra-liberal de Bitcoin no estuvo representada. El otro fue
el
arresto del CEO de BitInstant,
Charlie Shrem, acusado de blanquear dinero. Hasta el momento de su
arresto, Shrem de 24 años fue un niño mimado de la comunidad de
inversores en Bitcoin.
En
cambio, el primer día del debate, un grupo de inversores de riesgo
señalaron a Shrem como el prototipo de la gente que compone la
facción más inmadura de los pro-Bitcoin. Los
gemelos Winklevoss,
unos de los primeros inversores en la criptodivisa, dijeron que el
Departamento estaba considerando formas para legitimar el comercio de
Bitcoin. Su fondo índice cotizado (EFT) se encuentra a la espera de
la aprobación por parte del homólogo estadounidense de la CNMV, la
SEC.
La
división no se reduce a su valor en dólares. En el debate del
pasado martes, Fred Wilson, cuyo Union Square Ventures capitaneó una
ronda de inversión en la empresa vinculada con Bitcoin Coinbase,
alertó de que el problema está en las regulaciones más leves.
Comparó los peligros con los que se enfrentarán las start-ups de
Bitcoins con los que sufrieron los pioneros de la música en
streaming que fueron atacados
con montones de demandas
por las discográficas. “Si las start-ups de Bitcoin son sometidas
al mismo escrutinio legal por parte de los reguladores financieros,
se marchitarán antes de florecer” aseguró Wilson en declaraciones
recogidas por Business Insider.
Las
conclusiones de Wilson fueron debatidas por Fred Ehrsam, el
cofundador de Coinbase,
que dijo el miércoles que “aunque quiero a Fred Wilson, hay
posiblemente algunos requisitos y procedimientos mínimos que
deberían ponerse en su lugar si valen para facilitar este tipo de
cambio (de divisas)”.
La
facción
ultra-liberal
no tuvo presencia en estas jornadas de debate, pero se dejaron ver en
el NYC Bitcoin Center de Manhattan, donde se reunieron la noche del
martes para debatir la repercusión de la primera jornada de debate.
Pero donde más se dejan ver es en internet, donde se hartaron de
criticar a los reguladores. Pueden parecer radicales, pero hasta hace
poco, representaban el núcleo del dogma
Bitcoin.
No
obstante, su influencia parece estar cayendo. El Fideicomiso de
Inversión en Bitcoin de Barry Silbert vale ahora decenas de millones
de dólares. En un e-mail enviado el pasado miércoles, indicó al
colaborador de Business
Insider Rob
Wile, que estaba de acuerdo con dejar atrás a los criptoanarquistas
que
dominaban los embriones de las actuales divisas digitales.
“Realmente
hay una panda de locos que son
liberales hardcore
(algunos anarquistas) que creenn que Bitcoin debería de estar
totalmente sin regular, pero creo que están en minoría y, como
porcentaje de los creyentes de bitcoins, se reducen rápidamente.
Respeto su punto de vista, pero desafortunadamente, no veo cómo su
visión sería viable en la sociedad actual”, aseguró Silbert.
El
miércoles, el Fiscal del Distrito de Nueva York, Cyrus Vance Jr.,
dijo que la mayor controversia sobre las criptodivisas desde la
perspectiva legal era el anonimato. En una transacción mediante
Bitcoins solo se proporcionan direcciones digitales que impiden
cualquier tipo de verificación del usuario. “Lo difícil, cuando
se mezcla actividad criminal, es para los investigadores que tienen
que identificar cómo se mueve el dinero y para qué propósito”
explicó. En cambio, mencionar siquiera la posibilidad de acabar
con el anonimato de Bitcoin
fue considerado un ataque directo a otro de los elementos
característicos de la divisa electrónica.
En
cambio, Jeremy Allaire, fundador y CEO de Circle, compañía que
desarrolla productos de divisas digitales, se mostró contrariado con
que los reguladores puedan comenzar a coartar el anonimato de
Bitcoin. Cuando le preguntaron de qué modo nuevas regulaciones que
minaran el anonimato de la criptodivisa afectarían a su popularidad,
Allaire replicó: “depende de tu definición sobre
la esencia
de Bitcoin”.
A
medida que la divisa electrónica se expande, la guerra sobre la
esencia de Bitcoin y qué papel deberían jugar los gobiernos, es una
bola de nieve que no puede hacer sino más grande.
Fuente : intereconomia
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