En
Venezuela desde la llegada de la Revolución Bolivariana , se cuenta
con un marco legal que impulsa el desarrollo y uso del Software y
Tecnologías Libres, particularmente en las instituciones de la
Administración Pública Nacional las cuales están obligadas
(sinequanon) a adoptarlo y abandonar el uso compulsivo y derrochador
de Software Privativo.
En
Amazonas el impulso a las tecnologías libres si se quiere ha sido un
poco timorato y salvo algunos integrantes de la Comunidad de Software
Libre que residimos en el estado, las iniciativas han sido casi
nulas, la culpa en parte se debe a la aún pésima plataforma de
acceso a Internet en el estado; la cual tal vez por falta de voluntad
política no ha sido llevada a los niveles de otros estados y
ciudades de Venezuela, es criticable observar como solo al cruzar la
frontera, hermanos Colombianos cuentan en sus poblaciones hasta con 6
y 12 Gb de velocidad mientras aquí seguimos padeciendo de seis a 12
horas para subir un corto video informativo de 2 o 3 minutos por ftp.
Pese
a lo anterior, la divulgación del Software Libre, ha venido
sufriendo un cambio a partir del 2012 a fuerza de críticas, charlas,
talleres y pequeños conversatorios nacidos desde el seno de la
Comunidad de Software Libre que han provocado un interés creciente
en usuarios particulares para migrar a GNU/Linux; la creación de la
Academia de Software Libre Amazonas viene también a dar un impulso
importante, así como la realización el pasado mes de junio del
Primer Flisol en nuestro estado, festival que permitió mostrar a los
más de 230 asistentes las bondades del uso y desarrollo del Software
Libre.
Estas
deficiencias en la plataforma de telecomunicaciones han provocado
también, por iniciativa de activistas de nuestros grupos locales de
SL, el desarrollo inicial del Proyecto de Red Inalámbrica
Metropolitana Amazonas, la cual tiene por objeto poner a disposición
de los usuarios de Canaima, Debian y Ubuntu, repositorios locales
para que puedan instalar y/o actualizar sus aplicaciones y
distribuciones sin necesidad de usar Internet, mediante el acceso a
través de la red local a Servidores en Puerto Ayacucho que alojen
todos estos elementos, lo cual brinda incluso velocidades de acceso
muy superiores y se evita la tragedia que implica tratar de hacerlo a
través de la pésima plataforma de Internet de la capital Amazónica.
Ahora
solo falta el apoyo y respaldo para la adquisición y levantamiento
de las torres de transmisión para al menos seis puntos de acceso
libres en la ciudad.
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