El Software Libre
y la Cultura Libre responden por esencia al concepto de Economía
Solidaria . Es decir, tanto el software libre como la cultura libre
se basan en el trabajo colaborativo, en modelos económicos que
devuelven a la sociedad lo creado por ellos.
Respetan el medio
ambiente, promueven la igualdad de oportunidades y la equidad al
compartir el conocimiento con toda la sociedad, extienden el concepto
de ecología al ámbito de la creación de conocimiento, y ponen a
disposición de la sociedad los medios de creación y en consecuencia
posibilita la independencia económica y cultural de las regiones.
Trabajo
colaborativo
Las miles de
aplicaciones y obras libres disponibles a día de hoy para usar,
copiar y modificar sólo han sido posibles gracias al trabajo de
miles de personas en todos los puntos del planeta. Esto ha generado
nuevas formas de trabajo comunitario y colaborativo al margen de
estructuras capitalistas clásicas.
Respeto al
medio ambiente
La
cultura libre está estrechamente ligada a la cultura digital y a la
reciente incorporación de medios para la copia y distribución de
conocimiento medioambientalmente más sostenibles. Un claro ejemplo
es la música, donde ya no son precisos los soportes tipo CD para su
copia o distribución. Por lo tanto se ahorra en dispositivos.
Además, el
reciclaje de ordenadores con GNU/Linux es una realidad porque este
sistema operativo al no precisar de hardware de última generación
hace que la máquina no quede obsoleta en un breve periodo de tiempo.
Promoción de
igualdad de oportunidades y equidad
El
acceso a la información y cultura es imprescindible para el
desarrollo intelectual, social y político en cualquier sociedad. Las
licencias privativas limitan el acceso de cualquier persona o grupo a
gran parte del conocimiento o cultura generado en diferentes ámbitos.
Es necesario impulsar la cultura libre para dotar a cualquier
persona, independientemente de su estatus o situación
socio-económica de recursos para el acceso al conocimiento.
Ecología del
conocimiento
La
cultura libre posibilita que tanto el desarrollo tecnológico como el
cultural se formule reutilizando el conocimiento y experiencia
adquirida por otras personas o grupos. El conocimiento en un bien
común que se construye socialmente, y como tal ha de ser entendido,
tratado y utilizado.
Compromiso
con el entorno y desarrollo social
Tanto
la cultura libre en general como el software libre en concreto
generan un modelo alternativo que favorece un tejido económico y
social no dependiente de grandes corporaciones y multinacionales. Por
ejemplo, la utilización del sistema operativo Windows en los
ordenadores favorece económicamente a Microsoft, creando dependencia
y un desarrollo tecnológico y social en función de los intereses de
la gran corporación. El software libre al disponer a las personas
usuarias y técnicas del código fuente permite que estas generen su
desarrollo social y económico de manera independiente.
Sin carácter
lucrativo
La
cultura libre por esencia tiene como objetivo la promoción humana y
social. Esta permite y obliga a que toda la cultura y conocimiento
sea devuelto a la sociedad. Tal y como se describe en la carta
solidaria, “lo cual no basta
para que sea imprescindible el equilibrar la cuenta de ingresos y
gastos, e incluso, si es posible la obtención de beneficios. Ahora
bien, los posibles beneficios no se repartirán para beneficio
particular, si no que se revertirán a la sociedad mediante apoyo a
proyectos sociales, a nuevas iniciativas solidarias o a programas de
cooperación al desarrollo, entre otros.”
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