
Durante
los anteriores picos de abril y tras su consiguiente desplome, se
alzaron muchas voces
críticas que
ahora deberían desdecirse. Apuntaban que la cotización
era
mera
especulación,
y una burbuja
sin respaldo fundamental.
Algunos de ellos, economistas con proyección internacional, incluso
demostraron un profundo desconocimiento de la verdadera naturaleza
del dinero alegando que el bitcoin
no estaba respaldado
por ningún bien
tangible con
"valor intínseco".
La
realidad es que la moneda
está
avalada por
la confianza
y
no precisa de nada más. Curiosamente hoy en día la mayor sensación
de seguridad la ofrece el dinero, como el oro o el bitcoin, que no
está controlado ni por bancos centrales con intereses poco
transparentes, ni por gobiernos ensombrecidos por la corrupción.
La
vuelta de la cotización a máximos demuestra que la moneda
virtual tiene
una fortaleza
insospechada,
y mucho más si consideramos lo acontecido en los últimos meses.
Empezando por las ansias reguladoras provenientes de Estados Unidos.
Pudimos ver algo muy parecido a un ataque
institucional a
empresas
que
operan con bitcoins
y
en particular a los exchanges
-lugares
de cambio en Internet- que establecen
su cotización.
Se
bloquearon las transferencias de dólares al principal sitio de
cmabio, MtGox, se enviaron denuncias por parte de instituciones
reguladores del estado de Nueva York y de California, a empresas que
trabajan de esta divisa digital, incluso a la Bitcoin Foundation que
tiene un mero papel regulador del protocolo.
También
en Europa se bloqueó y requisó los fondos del mayor exchange, bt24.
La coordinación de tales acciones hace pensar que podría haber algo
más que un deseo altruista de regulación. Está cada vez más claro
que el bitcoin representa una amenaza para las monedas emitidas por
los estados, y EE.UU. basa su hegemonía económica mundial en el
dólar.
Semanas
atrás, se produjo el desmantelamiento
por
parte del FBI de Silk
Road,
la web encriptada bajo el sistema Tor, de compra-venta
de droga
(y de más productos legales o ilegales). El operativo llegó después
de una laboriosa infiltración de varios agentes, y condujo a la
detención del fundador del sitio y de algunos vendedores de
estupefacientes.
Con
la medida, se
esperaba que
tuviera lugar un efecto
importante sobre
el bitcoin ya que todos los pagos en Silk Road se desarrollaban
mediante el dinero virtual. En los primeros
momentos la
cotización
se
resintíó,
pero inmediatamente comenzó
el
rally
que
estamos viviendo.
Esto
demostró, contrariamente a lo que algunos proclamaron, que la moneda
electrónica era
robusta,
incluso sin el comercio ilegal. También dejó en evidencia que era
más que una divisa inventada para comprar drogas por Internet.
El impulso del rally alcista que vivimos se origina en China. El principal exchange chino ocupó la primera posición mundial en volumen ya que la entrada de capital y el aumento de nuevos usuarios está haciendo volar la cotización. La pregunta del millón, o del billón, es hacia dónde se encamina este fenómeno. Es evidente que si el bitcoin se instaura, como empieza a ser el caso, su precio alcanzará miles de dólares, según consignó El País de España.
Vale
aclarar que el número
de
dinero virtual en circulación es
limitado
(actualmente
cerca de 12 millones, de los cuales muchos de ellos están perdidos
para siempre), y cada vez hay más gente adoptándolo cuando
descubren que nadie lo controla y que se pueden hacer pagos
y
transferencias
internacionales instantáneas y
gratuitas.
El
bitcoin
deja obsoleto
a los servicios
de transmisión de dinero,
y gran parte de los servicios
bancarios.
Su volumen de transacciones se acerca al de Western Union, y la
capitalización
del
bitcoin es de unos u$s3.700
millones,
comparable al PIB de muchos países pequeños.
En
conclusión, el fenómeno ya es demasiado grande para ser ignorado.
Por otro lado, la regulación
es
difícil
porque
es un
nuevo tipo de dinero, es
internacional
y
está deslocalizado.
Muchas preguntas fiscales y financieras no tienen respuesta simple.
Pocos economistas y legisladores entienden técnicamente el bitcoin.
Por ello es probable que su regulación se demore. Pero su
crecimiento es mucho más rápido.
La
amenaza que representa para el sistema
bancario tradicional
augura una dura
batalla.
Sobre todo porque muchos de los servicios
que
ofrecen los bancos
son pagos,
en cambio bitcoin
los
pone
a disposición
del público gratuitamente.
Estamos
en un punto en que se vislumbra la posibilidad de que el ciudadano
recupere finalmente el control de su dinero y su libertad monetaria,
es decir que pueda comerciar con un dinero libre. Tal vez estemos
asistiendo a la primera revolución
monetaria de
la Humanidad.
Fuente : iprofesional
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