Desde
la develación en junio de los documentos confidenciales acerca del
programa de espionaje PRISM llevado a cabo por Estados Unidos, el
cual le permite a la NSA (National Security Agency) acceder de manera
directa a los servidores de las empresas más grandes de Internet
(Google, Facebook, Apple, Microsoft, Yahoo, entre otras) los usuarios
continúan usando los servicios y software provistos por las empresas
mencionadas sin tomar ningún tipo de medida para evitar que su
información sea espiada.
Pero,
¿existen alternativas que permitan a los ciudadanos evitar que se
acceda a su información y comunicaciones en Internet? La respuesta
definitivamente es sí. Las medidas que se deben tomar son: usar
Software Libre y cifrar nuestra información.
Software
Libre
La
primera medida consiste en migrar el software que usamos en nuestros
computadores, teléfonos y tablets a Software Libre. Por la filosofía
del Software Libre, la cual permite a los usuarios “ejecutar,
copiar, distribuir, estudiar, cambiar y modificar el software”, se
tiene la certeza de que el software hace lo que esperamos que haga,
sin trucos.
Luego
de que Edward Snowden, ex técnico de la CIA, revelara que Microsoft
y Apple son dos de las empresas que colabora con la NSA, ¿quién
garantiza que sus sistemas operativos “Windows” y “OS X”, no
tienen backdoors (puertas traseras en español) que les permita a las
agencias de espionaje acceder a nuestros equipos de manera remota y
husmear entre todos nuestros archivos que creíamos privados?
O
a su vez, los gobiernos de turno de las naciones del mundo pueden
asegurarse que el contenido de los documentos “confidenciales”
redactados en la suite ofimática Microsoft Office no está siendo
accedido sin que se levante sospechas?
En
el Software Libre se reducen las posibilidades de existencia de
backdoors (puertas traseras) porque el código fuente se libera para
que cualquier persona interesada y con los conocimientos necesarios
pueda estudiar y analizar su funcionamiento, y por ende; detectar
posible amenazas de seguridad que comprometan la privacidad de los
usuarios.
En
el software privativo, los únicos que tienen acceso al código
fuente son las empresas desarrolladoras del producto.
Y
vuelve la pregunta: ¿Quién garantiza que productos como Windows, OS
X, iOS y Office, que son algunos de los más usados en el mundo, no
tienen puertas traseras que permitan el acceso a nuestra información
a gobiernos o agencias de espionaje? Los únicos que conocen la
respuesta son los fabricantes, los mismos fabricantes que hoy sabemos
colaboran con la NSA para que puedan espiar a los usuarios.
El
concepto de “libertad” al que se refiere el software libre, no
está ligado con el precio que pueda tener el mismo, se refiere más
bien a la libertad que tienen los usuarios sobre él.
Con
este antecedente la migración a software libre no es sólo una
medida necesaria para salvaguardar la privacidad de nuestra
información, sino también urgente.
La
siguiente infografía ilustra algunas de las opciones que existen en
Software Libre del software privativo que usamos a diario.
Fuente : andes
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