José Millán, tesorero
de KDE-España y desarrollador de software libre, desgrana las
ventajas que los programas no sujetos a licencias privativas ofrecen
a las instituciones. Ahorro de dinero, adaptación a medida de sus
necesidades y no depender de un único proveedor se unen a la
generación de conocimiento abierto a todo el mundo.
Las principales
resistencias, “muchas veces sólo psicológicas”, las ofrecen los
propios funcionarios al no querer cambiar la forma en la que trabajan
habitualmente.
José Millán, tesorero de
la asociación estatal y desarrollador en la empresa Opentia, se ha
encargado hoy de hablar de cómo iniciar un proceso de migración a
programas sin licencia en las instituciones públicas. Desde su punto
de vista, “usar software libre en la Adminsitración debería ser
una obligación moral”.
En una charla de carácter
técnico, Millán ha desgranado una de las posibles soluciones a la
hora de llevar a cabo un proceso de este tipo. Concretamente, en
Opentia ofrecen un sistema de escritorio remoto basado en el
protocolo NX. De forma muy resumida, su funcionamiento interno
consiste en establecer un pequeño número de ordenadores
(servidores) muy potentes que es donde realmente se ejecutan los
programas y un gran número de quipos que pueden ser viejos y de poca
potencia(clientes) y que es desde donde los usuarios pueden trabajar.
Esto permite que cualquier
miembro de una organización pueda operar desde cualquiera de los
ordenadores de la misma como si fuera suyo. Y si en un momento dado
tiene que cambiar de equipo podrá continuar en el punto exacto donde
lo dejó.
Se trata de una solución
muy similar a la que acaba de implantar el Ayuntamiento de Munich,
primera gran institución europea en completar su migración a
software libre tras una década de trabajo. Un proceso que le ha
permitido ahorrarse por encima de los 10 millones de euros entre
licencias y aprovechamiento de equipos obsoletos. A la luz de estos
resultados, varias instituciones estatales, entre las que se cuenta
algún gobierno autonómico, se encuentran ahora mismo estudiando
emprender un camino similar.
José Millán detalla las
ventajas: “Para empezar se van a ahorrar todas las licencias de los
sistemas operativos y programas que tengan instalados, si contamos
todos los ordenadores que hay en una administración esto es mucho
dinero”, apunta. En caso de implantar una solución como la
ofrecida por Opentia también podrían ahorrarse dinero al no tener
que actualizar sus equipos tan habitualmente. “Además, el software
libre es completamente adaptable y se puede ajustar a las necesidades
de cada organización por cualquier empresa especializada”, explica
el tesorero de KDE-España. “Hasta ahora esto se ha usado muy poco,
pero en la práctica permitiría no tener que estar dependiendo
siempre del mismo proveedor”, añade.
Sin embargo, en su opinión
la ventaja más importante es que “apostar por el software libre
implica fomentar el derecho a compartir el conocimiento, cualquier
desarrollo servirá para todo el mundo”. “Desde las
administraciones, las universidades y el resto de instituciones
públicas se debería dar ejemplo, usar software libre debería ser
una obligación moral”, valora.
Resistencias de los
usuarios
José Millán cree que el
las ventajas de migrar al Software libre compensan a pesar de las
“muchas resistencias” que se encuentran en el proceso,
especialmente entre los propios funcionarios. “Tenemos que tener
siempre muy presente que para nosotros esto es el objetivo de nuestro
trabajo, mientras que para la gente de la administración es su medio
de trabajo”, explica. “De todas maneras, todas estas resistencias
muchas veces son sólo psicológicas”, añade.
El tesorero de KDE observa
que la mayoría de los usuarios están acostumbrados a trabajar de
una forma concreta y con una serie de pasos muy mecánicos “sin
entender muy bien lo que están haciendo”. “Cuando les cambias un
botón o un menú de sitio se vuelven locos”, observa. Millán
cuenta la experiencia de un colegio que recientemente acaba de migrar
todos sus sistemas a software libre y se ha convertido en “un caso
de éxito”. “Las personas que se quejaron por la migración son
exactamente las mismas que se lamentaron cuando cambiaron a Windows
7”, relata.
Desde su punto de vista,
“la clave” para hacer más llevadero este proceso está en un
sistema “muy bueno de formación y soporte a los usuarios”. “Y
en eso tienen mucho que decir las empresas especializadas en software
libre”, concluye.
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